Excedentes por US$ 380 millones -un 20% más que el mismo lapso del 2019- generó la empresa estatal durante el primer semestre de este año, y en medio de la pandemia de coronavirus produjo 744 mil toneladas de cobre fino, 4,7% más que en el mismo período de 2019.
El informe resalta que las tempranas medidas tomadas para proteger la salud de sus trabajadores permitieron mantener la continuidad operacional de sus divisiones, lo que se reflejó en el mayor tratamiento en las plantas y la mejor ley del mineral. Este semestre anotó un incremento de 34 mil toneladas de producción respecto del año pasado.
El costo directo, C1, tuvo una baja considerable de 9% al alcanzar 129,9 centavos de dólar la libra (c/lb), 12,4 centavos menos que los 142,3 c/lb del año pasado. Esta cifra se explica por la mayor continuidad operacional de nuestras fundiciones, lo que mejoró la cartera de productos de la estatal; la mayor producción; el aumento en la venta de subproductos, como el molibdeno; y, el efecto positivo de un dólar más alto.
El costo neto a cátodo, C3, en tanto, tuvo una importante disminución de 17% respecto del mismo período del año anterior, al alcanzar 207,7 c/lb, que se explica por las mismas razones del costo directo, a las que se suman los menores gastos no operacionales. Además, los costos C3 del año pasado incluyen los efectos de las negociaciones colectivas del período.
La generación operacional de caja, Ebitda, por su parte, alcanzó US$ 1.881 millones, un 18% mayor que el mismo período del año anterior, con un margen de 36%.
El buen desempeño operacional y de gestión de costos le permitió a la Corporación alcanzar excedentes por US$ 380 millones, casi 20% sobre los US$ 318 millones del año anterior, a pesar de una mayor carga por la depreciación de los activos de la empresa dado el fuerte nivel de inversiones y el menor precio del cobre de 11,4%, el que, afectado por la crisis sanitaria, promedió en el periodo US$ 2,48, contra US$ 2,80 la libra en el primer semestre de 2019, esto es, 32 centavos menos.
Finalmente, los principales proyectos de desarrollo de la Corporación no han visto afectadas sus fechas proyectadas de inicio de operación a pesar de la detención temporal ocurrida en algunos contratos para minimizar el riesgo de contagio en las faenas.
Salud y continuidad operacional
Durante este período marcado por la pandemia, la empresa estatal tomó tempranamente diversas acciones para proteger la salud de sus trabajadores, tales como disminuir la dotación en las faenas de trabajadores propios y contratistas, usar los buses a un 50% de su capacidad y tomar la temperatura del personal en las entradas. También se estableció una encuesta de salud al ingreso de los turnos y la fiscalización exhaustiva de las medidas adoptadas por las empresas colaboradoras.
En faena se testea masivamente al personal, se modificaron las instalaciones para asegurar la distancia física en espacios comunes como casinos y casas de cambio; se inició un plan de sanitización permanente de las zonas industriales y los equipos, y se definieron reglas para reaccionar de inmediato ante la presencia de síntomas de alguna persona durante el turno. La empresa, además, logró acuerdos con cerca de veinte sindicatos para implementar jornadas laborales excepcionales para controlar las posibilidades de contagios y asegurar su trazabilidad.
Adicionalmente, la empresa detuvo temporalmente la construcción de sus proyectos estructurales y de desarrollo por la crisis sanitaria, con el fin de contener el número de personas en las faenas. Entre ellos, Chuquicamata Subterránea, que alcanzó un estado de progreso de 99% en el primero de sus tres niveles bajo tierra, y Nuevo Nivel Mina (Andes Norte, Diamante y Andesita), que avanzó 61%. En tanto, la construcción de Traspaso Andina, que completó un 87%, tuvo una detención total en abril y se reactivó, con el ingreso gradual de dotaciones, entre mayo y junio.
“Los estrictos protocolos implementados tuvieron como primera prioridad no exponer a los trabajadores y trabajadoras, asegurándonos de entregarles todas las condiciones sanitarias para proteger su salud y la de sus familias. El segundo objetivo fue mantener la continuidad operacional, de modo de generar excedentes para Chile, porque sabemos que para salir de la crisis económica que está provocando esta pandemia se requerirán los recursos de Codelco”, afirma el presidente ejecutivo, Octavio Araneda.
El ejecutivo reitera, además, que la empresa estatal seguirá realizando todos los esfuerzos por mantener el nivel productivo que ha mostrado hasta ahora, resguardando la salud de las personas, de modo de sostener el compromiso de excedentes con el país.
Fuente: Codelco