A partir de hoy y por quince días, la Corporación Nacional del Cobre de Chile (CODELCO) inició la suspensión de las obras en los proyectos Chuquicamata Subterránea, Rajo Inca y Traspaso Andina, resolución adoptada por el Directorio de la empresa para reforzar la seguridad sanitaria ante la emergencia que vive el país y el mundo por la pandemia ocasionada por el Covid-19.
La medida de alto impacto en la comunidad minera se suma a otras decisiones, como la detención de los trabajos en el proyecto Quebrada Blanca Fase 2 en Iquique.
Según el comunicado oficial de CODELCO, la detención permitirá reforzar la seguridad sanitaria de las divisiones, ya que se disminuirá al mínimo las densidades de dotaciones de proyectos y reducirá los traslados aéreos y terrestres, ya que parte importante de los trabajadores que se desempeñan en los proyectos provienen de distintas regiones del país.
La suspensión se realizará de manera paulatina a partir de hoy y se extenderá por 15 días. En específico, se trata de la construcción de las obras remanentes del Proyecto Mina Chuquicamata Subterránea, las obras tempranas de Rajo Inca y las obras de montaje de Traspaso Andina. En todos estos proyectos se mantendrá un personal acotado que permita resguardar la seguridad de las instalaciones y equipos.
La empresa estatal aseguró que la medida “no tiene impacto en la producción de las respectivas divisiones ―que mantienen la continuidad operacional con los mayores resguardos sanitarios―, pero favorece la disminución de las personas circulantes en cada centro de trabajo”. Asimismo, agrega que seguirá evaluando la implementación de nuevas medidas que permitan proteger adecuadamente la salud de todos los trabajadores y, con ello, mantener la continuidad operacional.
Esta medida se suma a otras adoptadas por la industria, como la suspensión de las obras del proyecto Quebrada Blanca Fase 2 de Teck en Tarapacá, iniciativa en desarrollo con un alto nivel de contratos y empleabilidad.
Días pasados, la entidad empresarial que agrupa a los proveedores industriales de la minería, APRIMIN, manifestó su posición.
“Como es natural entender, estas inevitables medidas pueden resultar en imprevisibles incumplimientos contractuales en tiempo y forma, que no son en absoluto imputables a las empresas contratistas ni a las empresas mandantes, por lo que enfrentamos una situación que exige la comprensión mutua y la solidaridad entre todas ellas, entendiendo que el sector minero es uno solo, sin perjuicio que sus actividades estén segregadas en especialidades, como son la industria extractiva, metalúrgica, de servicios, construcción, mantención, reparación y otras fuera del centro del negocio. Es así como la existencia y la subsistencia de la cadena de valor es esencial para la continuidad de la minería chilena en todas sus expresiones empresariales.
En consecuencia con lo anterior, APRIMIN hace un llamado a todas las empresas mineras a mirar a sus proveedores como parte del negocio integral, a apoyar la sustentabilidad económica y viabilidad de las mismas, que deben soportar y poder financiar sus costos en periodos de inactividad forzada por la naturaleza o la autoridad, lo que tendrá positivos efectos en el desarrollo global de la actividad del sector en el país. Proveedores viables hacen sustentable a la minería. Minería sustentable hace viables las agendas Económica, Social y Ambiental de Chile”.