La Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA) entregó su visión y alcances del impacto que podría tener el proyecto de Royalty en la región de Antofagasta, en la última sesión de la Comisión de Minería y Energía del Senado. Los planteamientos del sector industrial también fueron expuestos por otras entidades, como la Asociación Chilena de Municipalidades; CORPROA de Atacama; y ex directivos de compañías mineras.
Según informó la organización gremial -que agrupa a más de 240 empresas de distinta escala relacionadas con el encadenamiento productivo minero- la intervención fue realizada por el gerente general Fernando Cortez que abordó el positivo impacto que la industria minera ha generado en la zona y en su infraestructura portuaria, energética y de tecnologías como la desalación de agua, “advirtiendo la necesidad de mantener una discusión altamente técnica en torno a la materia para evitar un efecto negativo en la inversión y la estabilidad de las empresas y empleos que dependen del encadenamiento productivo”.
Inversión y empleo
Ej ejecutivo detalló que hacia el año 1989, la región de Antofagasta representaba un 4% del PIB. “Hoy Antofagasta es un 10% del PIB, el segundo más grande PIB del país”, destacó el ingeniero comercial, recordando que -acorde a Cochilco- en la zona la cartera de proyectos de inversión en minería para el período 2020-2029 asciende a US$ 23.630 millones.
“El actual proyecto aprobado por la Cámara de Diputados no es buen proyecto. El país tiene derecho a discutir y analizar su política tributaria, esto no se cuestiona. Sin embargo, esto debe hacerse con el máximo profesionalismo y rigor técnico de tal manera de compatibilizar el objetivo recaudacional, la sustentabilidad del tributo y, muy especialmente, el empleo, los ingresos y la calidad de vida de las comunidades de las regiones mineras”, acotó Cortez.
Región líder en minería
Cortez recordó además que el 52% del PIB regional es directamente explicado por el sector minero, y que el 61% del empleo lo explica la misma industria, situando al territorio como primer productor nacional de cobre, litio, nitratos, yodo, molibdeno, oro y plata. Acorde a lo indicado por el profesional, el enorme desarrollo e impacto económico de la actividad ha posibilitado una serie de proyectos de infraestructura energética, con una cartera de 27 iniciativas en construcción con una inversión total de US$ 2.600 millones, todas en energías renovables.
“Un royalty minero debe compatibilizar el objetivo recaudatorio con la sustentabilidad de las inversiones mineras. No queremos que nuestras comunidades pierdan esta oportunidad de continuar con su desarrollo por un tributo sin rigor técnico y que mira principalmente a la industria minera, en los períodos de precios altos, como una vaca lechera”, advirtió el gerente general de la AIA.
Próximos pasos
Acorde al acuerdo alcanzado preliminarmente por la Comisión de Minería y Energía del Senado, el miércoles 14 de julio se someterá a votación la idea de legislar en torno a la iniciativa de ley, tras lo cual el texto será examinado por la sala. Lo anterior luego de que los congresistas diseñarán un cronograma de trabajo para conocer la opinión de distintos actores relacionados con la industria minera, lo cual debería enriquecer la elaboración de indicaciones por parte de la comisión.